¿Es para mí?

martes, marzo 28, 2006

Me acerco a Monique. Estoy por decirle unas palabras melosas pero prefiero susurrárselas después. Chocamos los vasos y sonreímos en un brindis silencioso. Emma y Lars lavan los platos. Despatarrados sobre el piso, los niños dibujan con lápices de colores. Son las dos de la madrugada.
Las yanquis y Paralopus son los primeros en despedirse. Intercambiamos mails. Prometemos seguir en contacto. Saludan al resto y desaparecen por la puerta.
Olof se acerca: —Tengo la declaraciones de Wong y Hauna —dice y me extiende una carpeta. Recibo los papeles mirando su cara regordeta —la barba de dos días, se rasca el pelo corto— y pienso que si no fuera por este tipo quién sabe cómo terminaba el asunto: —Gracias —le estrecho la mano con fuerza.
—Mañana lo llamo —me dice mientras se calza el gorro y los guantes— Tengo novedades, una nueva pista sobre Arañita.
—Hecho, colega —contesto y lo saludo a la distancia con la mano.
Los niños vienen a despedirse: —Ya es hora de ir a la cama —anuncia Emma, nos agachamos para recibir los besos tiernos. Entonces Daniel le extiende un papel a Amadeo: —¿Es para mí? —pregunta y le tiembla la voz de la emoción. Daniel asiente con la cabeza. Me acerco a chusmear…






Ojalá
Mariposa blanca